Para evitar que usuarios malintencionados, como spammers y phishers, empleen los «dominios» de su empresa (la parte de la dirección de correo electrónico situada detrás de la «@») para llevar a cabo peligrosos ciberataques, puede utilizar un estándar de correo electrónico conocido como DMARC. Este estándar permite verificar que el remitente de un correo electrónico tiene permiso para usar el dominio y enviar correos electrónicos. DMARC resulta especialmente eficaz frente al compromiso de cuentas empresariales (BEC), una forma de ataque dirigida que constituye una amenaza creciente para las empresas. Una ventaja adicional de usar la protección de DMARC es que puede mejorar la entrega de mensajes a sus clientes, asegurando que acaban en sus bandejas de entrada y no en las carpetas de spam. Las siguientes herramientas pueden ayudarle a configurar DMARC y también a comprender la información que proporciona.